¿De dónde?
Juanita Pochet Cala
Desplazarse entre
panteras, llegar a las puertas del precipicio,
asomo a lo
desconocido, lo imprevisible.
Cruzar fronteras,
rostro al descubierto
y esa gota de “qué sé
yo”.
Ahí estuvo la cuerda
frente a la fuente de los antojos,
punto de empuje a la
seducción, leño desamparado
sobre la furia de un
mar incierto, inmerecido.
Desde la irremediable
sabiduría de la naturaleza,
la furia del mar se
volvió tierna mano, protección de Dioses,
respuesta ante la desmemoria,
ante la ignominia,
salvador del
naufragio, del desespero, bendición de tambores.
Marchar con el sol en
el pecho, no hay derroches.
Tanto es el amor que
emana.
Los ojos no se
agachan, un aleteo interno
hace brotar las
mieles de los labios.
¿De dónde surges
fuerza?
cuando a veces
sientes morir
el centro del alma
por el dolor del mundo.
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